Uno de los últimos textos del máximo dirigente bolchevique, dictado a sus secretarias, poco antes de morir. Allí no sólo hace una evaluación negativa y muy crítica sobre Stalin (motivando que el texto recién se publicara más de tres décadas después de su elaboración). Además Lenin vuelve sobre el derecho de las naciones oprimidas a su autodeterminación, defendiendo la legitimidad de la liberación nacional de las sociedades dependientes y países colonizados y cuestionando el nacionalismo de “gran potencia”.